Salir de paseo durante la noche por la ciudad puede ser tan gratificante como en esta ocasión, sobre todo cuando tienes la oportunidad de ver otra joya más de nuestra naturaleza: la mariposa esfinge de la calavera o esfinge de la muerte -Acherontia atropos-. Es la mayor de todas las mariposas esfinges que encontramos en Europa y el nombre de este lepidóptero viene dado por el dibujo que tiene plasmado en su tórax con forma de calavera. Esta especie, originaria del África tropical, realiza migraciones periódicas al continente europeo. Probablemente, las temperaturas tan benignas
de este otoño han facilitado su presencia en la zona.
Su morfología no es tan aerodinámica como la de otras esfinges, es más basta y su tamaño es considerable, de 9 a 12 cm las hembras. De costumbres crepusculares y nocturnas, se alimenta de savia fermentada, miel, y ciertas flores y la oruga siente especial predilección por plantas solanáceas, como por ejemplo de la planta de la patata. Su color varía entre pardo, verde o amarillento, aunque lo más normal es observarlas en tonos oscuros.
Debido a esta mancha y su posterior apodo, esta gran polilla nocturna era símbolo de superstición al relacionar este animal con la muerte. Un ejemplo más, es la imagen de esta mariposa en el cartel de la película “El silencio de los corderos” lo cual propició su particular salto a la fama a raíz de este filme. También fue utilizada en uno de los planos más recordados del cortometraje: "Un perro andaluz", dirigido e interpretado por Luis Buñuel en 1929, con la colaboración en el guión de Salvador Dalí.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: Virginia Bragado