viernes, 6 de marzo de 2009

FAUNA DE LA UNIVERSIDAD

GOLONDRINA COMÚN -Hirundo rustica-
Familia Hirundinidae

Fieles a su cita, ya están aquí las golondrinas. En breves días numerosos contingentes de estas aves se harán notar a lo largo de toda la geografía de nuestro Territorio Natural. Por lo tanto, es una especie considerada como estival y nidificante y que regresa desde las sabanas Africanas para realizar su encomienda más importante, la reproducción y perpetuar así en el tiempo esta extraordinaria y bella especie de avifauna.
21 cm. Presenta partes superiores completamente oscuras de color azul metálico, con frente y garganta de color rojo castaño. Destacan las largas plumas externas de la cola.
Ocupa una gran variedad de medios, preferentemente espacios abiertos y cultivados con construcciones humanas donde nidifica. Construye el nido con barro, casi siempre situado en el interior de edificios y establos con una abertura por donde los adultos pueden entrar y salir permanentemente. Tienen forma de peana y preferentemente situados junto al techo, con la parte superior abierta. Seguramente que esto nos resulta muy familiar, por lo característicos que son, diferenciándose de los que construyen los aviones.
Tiempo de cópula entre golondrinas, fotografía de Juan Luis Muñoz (ver)
La presencia suele ser numerosa en los pueblos, posadas en cables o sobrevolando los humedales en busca de insectos. En otras ocasiones podemos observarlas al paso de los rebaños de ovejas e incluso detrás de los vehículos que circulan por los caminos, capturando los insectos que se van levantando al paso. Su alimentación, como hemos podido comprobar, se basa en insectos voladores, siendo ésta una buena labor que nos beneficia indirectamente. También, para alimentarse o beber agua, frecuenta ríos y humedales realizando acrobáticos vuelos sobre la lámina de agua o humedad. Raramente se posa, sus extremidades son más bien cortas, y cuando lo hace suele ser para recoger pequeñas bolitas, pellas, de barro para la construcción del nido. Suele regresar a los mismos lugares de cría, ya que algunas golondrinas anilladas como adultos o pollos, se han recuperado al año siguiente en el mismo lugar.

Detalles del nido y crías de golondrina, fotografía de Joaquín Argente (ver)
La presencia de la golondrina y otras especies estivales, anuncia, sin duda, cambios importantes. Los días se van alargando a razón de un minuto diario, la exposición solar aumenta gradualmente y la primavera comienza a asomarse, ganas tenemos ya después de este largo y más o menos duro invierno, alterando el letargo invernal y dando un nuevo impulso vital a la naturaleza en todas sus manifestaciones orgánicas.
Galérida Ornitólogos