martes, 29 de julio de 2014

mantis palo en La Moraña

 Descubrí este ejemplar de empusa, también conocido como mantis palo -Empusa pennata- más bien por casualidad y reconozco que además era la primera vez.
Es parecida a la Mantis religiosa, aunque de mayor tamaño (de 10 a 13 cm). su diferencia más característica es que la hembra de -Empusa pennata- tiene una gran cresta en la cabeza y el abdomen es más ancho. Los ejemplares jóvenes no presentan el abdomen igual, sino que es como una protuberancia rugosa y empinada.
Ahí estaba, con total tranquilidad, esperando alguna ocasión. Son diurnos y carnívoros, se alimentan de otros insectos, entre ellos saltamontes y mariposas.
No hubo suerte y cambió de tallo y exposición. Viven en lugares cálidos, entre vegetación seca, que utiliza para caminar agarrándose a las pequeñas ramas y tallos, aunque pueden encontrarse en zonas de media montaña y con ciertas dosis de humedad.
Son muy voraces. La hembra no se come al macho tras aparearse. Las patas delanteras son fuertes y provistas de gruesas espinas para sujetar a las presas. Puede vivir hasta tres años.
El macho no tiene cresta y sus antenas son largas y plumosas, mientras que la hembra las tiene delgadas y formadas por puntos.
Finalmente si pudo atrapar entre sus espinosas patas delanteras a un incauto insecto...
... que fue devorando poco a poco.
De nuevo tranquilidad y a esperar una nueva ocasión cambiando de nuevo la ubicación sobre la mata de alcachofera o cardo comestible -Cynara cardunculus (L) Baill- de las imágenes.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello

martes, 22 de julio de 2014

vigilantes del monte y del territorio natural

 El trabajo que realizan los vigilantes de incendios es muy importante para la detección de manera inmediata de cualquier fuego o siniestro forestal que se produzca. Estos días volveremos a sufrir las consecuencias de una subida paulatina de la temperatura y eso pone en grave riesgo las masas forestales pinariegas, principalmente, de La Moraña y Tierra de Arévalo. Los diversos tipos de combustibles se encuentran secos y carentes de humedad. 
 La torre de vigilancia se encuentra en el término municipal de Nava de Arévalo, Ávila y abarca una superficie visual de más de 80.000 ha. Además varias decenas de miles de ha se encuentran incluidas en la franja perimetral que se puede considerar de influencia comarcal y que por aproximación, planimetría y buen ojo del observador permiten intuir la localización de  uno o más siniestros forestales.
 Su ubicación la hace visible desde numerosos puntos de la comarca. Este pequeño cerro, denominado La Coquilla, se eleva a 910 m de altitud y forma parte de una cadena de cerros testigos en sentido longitudinal norte-sur. Son las reminiscencias de antiguas terrazas fluviales de conglomerados, gravas, arenas, limos y arcillas. El paisaje que forma es de replanos escalonados con escarpes suaves. Se consideran como depósitos asignables al cuaternario. También encontramos un mojón correspondiente a la ubicación de un vértice geodésico.
P.D. desde Galérida Ornitólogos agradecemos la colaboración de Silvia Peñalvo Herráez.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello

lunes, 21 de julio de 2014

puesta de sol y Nava de Arévalo

 El pasado jueves 17 hacía calor y teníamos calima evidente por la existencia de partículas muy pequeñas de polvo o arena en suspensión en la atmósfera procedentes del norte de África.
En situaciones de este tipo, y con un poco de buena suerte, se pueden obtener imágenes un tanto espectaculares, sobre todo en el momento de la puesta del sol.
Los contraluces ayudan a fijar siluetas, en este caso las de las cigüeñas blancas de la torre de la iglesia de San Pedro Apóstol en Nava de Arévalo. También las de varios vencejos comunes revoloteando con velocidad y vistosidad.
Cambiamos los fondos por las formas y siluetas en relieve.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello

sábado, 19 de julio de 2014

juvenil de collalba gris, perdigones y perdiz, aves de llanura ...

 En días pasados tuve la oportunidad de fotografiar juveniles de collalba gris -Oenanthe oenanthe- en plena campiña o llanura cerealista adaptándose a los rigores medioambientales y a posibles predadores.
 Preocupada se encontraba el adulto de perdiz roja -Alectoris rufa- que trataba de controlar al pequeño bando inquieto de perdigones.
 Los juveniles van aprendiendo todo lo relacionado con su supervivencia y también a guardar la distancia de seguridad oportuna.
 Los jóvenes perdigones se encuentran tranquilos cerca de su progenitor y también aprenden con rapidez ...
 Cerca, la collalba adulto seguía los movimientos de los juveniles para alertar ante el mínimo riesgo de peligro.
 La perdiz adulto, en ocasiones, se tiene que emplear a fondo puesto que los perdigones se dispersan con facilidad y eso no es bueno. Andan demasiados amigos de lo ajeno merodeándolos sin tregua. 
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello

viernes, 18 de julio de 2014

chinche sobre alcachofera

 En la anterior entrada mencionábamos a esta especie de la clase insecta: la chinche de campo mediterránea -Carpocoris mediterraneus- que se encontraba alojada sobre la mata de alcachofera.
 Los ángulos del pronoto (la placa exoesquelética dorsal del primer anillo torácico o prototórax) suelen ser prominentes y de color negro, el resto verde-marrón. El scutellum (pieza triangular que se sitúa a continuación del pronotum y perteneciente al mesotórax) de color verdoso-amarillento y que presenta manchas o puntos negros.
 En el mesotórax se insertan el primer par de alas o hemyélitros (alas quitinosas de función protectora), en el metotórax las alas verdaderas o membranosas. El abdomen está recubierto por hemyélitros bajo los cuales se encuentran plegadas las alas membranosas. El conjunto presenta colores naranja, verde y marrón. El abdomen posee un margen cebrado de color amarillo y negro.
 Pareja de chinches en plena cópula.
 Tanto los adultos como las ninfas chupan, para alimentarse, la savia de las plantas que parasitan entre las que destacan los cardos y diversas umbelíferas así como las alcachoferas. Especie mediterránea occidental y del norte de África.
 Finalizada la cópula uno de los ejemplares se perdía entra las brácteas endurecidas de la alcachofera para pasar lo más inadvertido posible.
 La alcachofera guardaba más sorpresas: un ejemplar de empusa o mantis palo -Empusa pennata- que será nuestra próxima protagonista.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello

miércoles, 16 de julio de 2014

alcachofera o cardo comestible en La Moraña

 Aunque de manera muy aislada, es posible encontrar ejemplares de alcachofa o alcachofera -Cynara cardunculus (L.) Baill- en algunas localizaciones de La Moraña y Tierra de Arévalo. También denominada como cardo, cardo comestible o cardo de huerta, es una planta cultivada como alimento en climas templados. Pertenece al género Cynara dentro de la familia Asteraceae. Se nombra como alcachofera, tanto la parte de la planta entera, como la inflorescencia en capítulo, cabeza floral comestible.
En ocasiones se asilvestra como pasa con este ejemplar encontrado cerca del lavajo del ganso en la zona comprendida entre los términos municipales de Castellanos de Zapardiel y Barromán. Se asemeja al cardo, con grandes flores redondas agrupadas sobre un mismo eje que alcanza hasta los dos metros de altura. Originalmente procedente del Mediterráneo, Noroeste de África, la alcachofera es pariente muy próxima del cardo borriquero común o, lo que mayormente se llama nardo del que procede tras haber ido cambiando por numerosos años de cultivo.
Vuelve a brotar de la cepa todos los años, pasado el invierno, si el frío no la heló. Echa un rosetón de hojas enteras hasta profundamente segmentadas aunque menos divididas que las del cardo y con pocas o ninguna espina. Las hojas tienen color verde claro en el haz y en el envés están cubiertas por unas fibrillas blanquecinas que le dan un aspecto pálido. Tanto el rabillo de la hoja como la vena principal tienen costillas longitudinales muy salientes. Cuando la planta entallece, echa un vástago más o menos alto, rollizo, pero también costilludo y asurcado con cada vez hojas más escasas y menos divididas a medida que estén más altas en dicho tallo. En su apex, y en algunas divisiones laterales, traen unas cabezuelas muy gruesas, las alcachofas, cubiertas de numerosas brácteas coriáceas, en la base de las cuales está lo tierno y comestible. Al florecer, endurecen mucho dichas brácteas y no se pueden aprovechar para comer, aunque no rematen en espinas como la de los cardos.
La inflorescencia es aprovechada por los insectos que acuden para libar el néctar y también por otras especies como esta chinche mediterránea -Carpocoris mediterraneus- de la que hablaremos en la siguiente entrada.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello

viernes, 11 de julio de 2014

espinas de calvero

 Espinas de calvero -Centaurea ornata  Willd.- es hemicriptófito de hasta 60 cm de altura. Flores amarillas o anaranjadas, reunidas en capítulos solitarios, apicales y grandes.
 Involucro de hasta 3 cm de diámetro, brácteas de éste de color verde claro, ovales, con apéndices laterales verde-rojizo y espina terminal larga, pardo clara muy característica de hasta 4 cm de longitud y pinnada por abajo. Fruto con vilano de aspecto sedoso. Florece entre mayo y agosto.
 Tallos rígidos, erectos y ramificados. Hojas pinnadas con escasos segmentos oblongos o lineares de 1-3 mm de ancho. Se distribuye por el Mediterráneo occidental y gran parte de la Península Ibérica entre pastos secos, linderos de caminos y cultivos sobre sustratos calizos y pedregosos generalmente. Imágenes obtenidas en el término municipal de Santo Domingo de las Posadas, Ávila.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello

clavel silvestre o clavelina

 El clavel silvestre o clavelina -Dianthus pungens L.- es un caméfito de hasta 30 cm de altura. Flores solitarias, brácteas de longitud inferior a la mitad del cáliz que se vuelve ventrudo después de la floración.
 Dientes del cáliz aguzados. 10 estambres. Pétalos glabros, rosados o purpúreos, enteros o ligeramente dentados. Fruto en cápsula dehiscente coronado por 4 dientes. Florece entre abril y agosto.
 Tallos floríferos simples o algo ramificados en su parte superior. Su distribución y hábitat es la Península Ibérica y N. de Marruecos. Terrenos con matorrales y pastizales sobre suelos pedregosos, preferentemente calizos generalmente. También sobre bordes de cunetas y sembrados. Imágenes obtenidas en el término municipal de Santo Domingo de las Posadas, Ávila.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello

jueves, 10 de julio de 2014

cardo albino en Cantazorras, Arévalo

Cerca de nosotros, tal y como venimos narrando desde hace algún tiempo, existe un “mini paraíso botánico” un paraje conocido por todos como Cantazorras dónde estamos descubriendo especies de flora vascular que no se dan en otros lugares de nuestra biodiversa y extensa comarca natural. Otra de las especies descubierta es un cardo, conocido científicamente como -Carduus platypus- del cual no tenemos constancia de ningún nombre vulgar.
Este cardo es una herbácea que pertenece a la familia de las asteráceas y se caracteriza entre otras cosas por la presencia de espinas en las hojas, tallos e inflorescencias. La forma achatada de sus capullos florísticos, la disposición de espinas en disposición al suelo y ese color morado en la punta de las espinas de estos capullos. Las flores son numerosas y están numerosas reunidas y físicamente se puede confundir con el cardo borriquero, aunque solo basta un poco de atención para observar notorias diferencias.
Entre estos -Carduus platypus- también hemos recogido la cita gráfica y escrita sobre esta curiosidad, un “cardo albino”. Recordamos que el albinismo es la ausencia congénita de pigmentación, conocida como melanina, causada por mutación en los genes, y que afecta a humanos, animales y plantas como bien se aprecia en las imágenes de esta entrada.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: David García López