miércoles, 28 de octubre de 2009

OTOÑO EN LA UNIVERSIDAD

Fiel a su cita ambiental, el otoño irrumpe ante nosotros con esta explosión de colores que es un gustazo para nuestros sentidos.
detalle de una hoja de majuelo (Crataegus monogyna)
Este año, sin duda, está resultando excepcional. Las temperaturas suaves van alargando esta sinfonía de color y nos permiten disfrutarlo con más intensidad si cabe. Contemplar como se acercan al descanso vegetativo, los árboles y arbustos que pueblan la ribera de nuestro río principal, nos permite sensibilizarnos más con nuestro entorno, que si bien no sufre agresiones importantes, es un ecosistema frágil que debemos atender.
oxidación de la flora ripícola junto al casco urbano de Arévalo
La ribera del río Adaja, a su paso por Arévalo, nos deja estas preciosas imágenes. Son hermosos contrastes; entre los chopos del país y los de repoblación, entre álamos y fresnos, los sauces y los olmos que aún se manifiestan en la ladera horadada a lo largo del tiempo.

el río Adaja declarado como LIC en las inmediaciones de Arévalo
Majuelos, rosales silvestres, retamas o las coníferas, representadas muy bien por los pinos piñoneros y resineros, se unen al esplendor, a esta hermosa conjunción de colores. Por ser la ribera mejor conservada y con más posibilidades para albergar esta variada flora, resulta excepcional. También las vegas de los ríos Arevalillo, Zapardiel, Trabancos, Voltoya y los numerosos arroyos que se acercan a éstos, comparten este interesante momento otoñal, en menor medida, pero no en menor intensidad cromática. Vegas, sotos y enclaves húmedos salpican todo el Territorio de la Universidad de la Tierra de Arévalo y en ellos la flora se prepara para el invierno, para el reposo. Protejamos su descanso.
Galérida Ornitólogos.
Fotografía: V. Coello