Alimentarse es la actividad principal para estos ánsares comunes -Anser anser- después del largo viaje desde Centroeuropa. La rutina de pastar se va apoderando de los más de 400 ánsares, de momento, que utilizan este espacio en la invernada peninsular.
Los agricultores de la zona no sienten con desagrado que sus cultivos y prados sirvan como lugar de campeo para los ánsares. Muy al contrario, valoran de manera positiva que con sus deyecciones vayan abonando los cultivos y en el caso de las parcelas sembradas de cereal, aprecian el recorte que los ánsares ejercen sobre los brotes verdes, brotes que en primavera resurgirán con más fuerza.
Ya se pueden ver ejemplares de cigüeña blanca -Ciconia ciconia- en su retorno a los territorios de cría.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello