La casualidad, a veces, tiene estas sorpresas. Una grulla común juvenil -Grus grus- se encuentra en La Moraña, en las inmediaciones de la laguna de El Oso. La imagen fue captada el 3 de abril en el término municipal de Cabizuela, mientras pretendía alimentarse con el rastrojo de cereal.
En alguna ocasión ya comenté, a algún amigo y compañero, que había observado una grulla juvenil en El Oso y que se encontraba sola. En esos días, se habían observado los últimos pasos de grulla hacia el noreste y la imagen me llamó la atención, hasta el punto de registrarla con la cámara.
El 1 de marzo la grulla permanecía en la laguna con la única compañía de estas cigüeñas blancas -Ciconia ciconia-. La pregunta que podemos hacernos puede tener varias respuestas: que no se sintiera en condiciones físicas de volar, que se despistara de su grupo familiar, incluso que llevara algunos días sin la compañía de sus progenitores, en muchas ocasiones se ha fotografiado la pareja de grullas adultas con el juvenil del año, u otras causas que se pueden recoger como comentario en esta entrada. Todo un misterio.
De momento y después de un mes, la grulla aparece de nuevo y se puede ir apreciando como va cambiando el plumaje e incluso como va emergiendo, tenuemente, una lista de color rojizo sobre el pileo. Veremos cuanto tiempo podremos seguir a esta grulla en la zona y la frecuencia de su observación. Mientras tanto, celebremos la casualidad y la intuición.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello