De aspecto similar al resto de las liebres castellano-leonesas: liebre europea y liebre de piornal, la liebre ibérica -Lepus granatensis- se diferencia por su menor tamaño. La longitud cabeza cuerpo es de apxte 45cm y el peso se sitúa alrededor de los 2-2,5kg. Las hembras son algo mayores que los machos.
No resulta complicado observarla al ser una especie con gran presencia en los territorios naturales de La Moraña y Tierra de Arévalo. Las extensiones cerealistas y los terrenos colindantes, con ambientes de matorral e incluso medios forestales como los pinares isla, son los preferidos para alimentarse y campear. La liebre es una especie cinegética al alza que tradicionalmente ha sido cazada con galgo y que cuenta con numerosos aficionados. Prueba de ello, son los repetidos campeonatos de copa del Rey o regionales que se celebran en Madrigal de las Altas Torres. El ejemplar de la imagen puede haber sufrido ya más de un lance como lo atestigua su fracturada y larga oreja.
En los últimos años las poblaciones de liebre ibérica ha sufrido momentos de fuerte recesión. La plaga de topillo campesino -Microtus arvalis asturianus- del verano de 2007, acentuó la mortandad por la ingesta del veneno esparcido y la infección por tularemia trasmitida por este pequeño roedor. Actualmente las poblaciones se sitúan en parámetros que indican escasez de población y así se pudo comprobar en el último campeonato corrido en Madrigal. Sin duda existen claros desequilibrios en cuanto a la mancha territorial que ocupa la liebre, hecho este, que pone en duda la gestión que hasta ahora se realiza sobre esta noble y valiente especie.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello