lunes, 19 de noviembre de 2012

Amanita muscaria

Conocida como matamoscas o falsa oronja, la -Amanita muscaria- es un hongo muy común en los distintos bosques de nuestra geografía peninsular, puede encontrarse en distintos hábitats, desde encinares, robledales, pinares, hayedos y bosques mixtos, creciendo de manera asociada a las raíces de éstos. Las amanitas pertenecen al grupo de hongos llamados Basidiomicetos. En los Territorios Naturales de la comarca La Moraña y Tierra de Arévalo es considerada muy escasa, dándose, o al menos nosotros sólo las hemos encontrado, en pinares compuestos por pino resinero -Pinus pinaster- y pino piñonero -Pinus pinea-.

La cutícula es de color rojo vivo y mide entre 10 y 20 cm. En los primeros estados del hongo el sombrero aparece envuelto de un velo blanquecino, en forma globoide, que termina su ciclo natural en forma aparasolada. Su aspecto es muy atractivo, presentando unas manchas o lunares blancos o amarillentos por toda la superficie y que corresponde a los restos de la cobertura inicial, conocida como volva, que con el tiempo termina por desaparecer. El uso peculiar de este hongo como alucinógeno puede llevar a la muerte a quien lo consuma debido a su gran toxicidad. El principal responsable del envenenamiento es un alcaloide llamado muscarina y resulta muy tóxico para nuestro organismo.

Cada vez resulta más difícil salir al campo o al pinar para disfrutar de su presencia en nuestras masas forestales. Ello es debido a las malas prácticas del aprovechamiento micológico que vivimos y sufrimos en la comarca cada temporada otoñal. Hay personas que no saben recolectar y que no saben aplicar técnicas de buenas prácticas fungi y obran de manera poco ética arrasando con todo aquello que no son níscalos y retirando la cobertura de acículas (tamujas) en dónde se reproducen éstos. Este hecho impide una reproducción optima mediante la diseminación de las esporas y propicia que vayan desapareciendo esta y otras especies.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: David García López