La paciencia en los buitres leonados -Gyps fulvus- se pone a prueba hasta con el vuelo provocativo de la corneja negra -Corvus corone- que aparece y reaparece sin cesar.
En ocasiones, desde el propio apoyo del tendido eléctrico aprovecha la corneja para clamar contra estos inoportunos visitantes, los cuales están atentos también a las posibles carroñas del entorno. Se pelean por lo mismo, por la escasa comida.
Regresa de nuevo impaciente con pasadas laterales e incluso con indicios de picados ante los que el ejemplar de nuestra izquierda parece asustarse en cierta medida. Finalmente los buitres leonados desplegararían sus alas ...
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello