Conocido como pato criollo -Cairina moschata domestica- es una especie de pato de la familia Anatidae originaria de América tropical y debido al manejo por las comunidades indígenas ha derivado, desde tiempos precolombinos, en una especie doméstica procedente de la silvestre -C. m. sylvestris- conocida comunmente como pato real en la mayor parte de su área de distribución natural.
Su plumaje, en relación con la especie silvestre, suele ser menos lustroso y más variable, siendo muy comunes los ejemplares con vientre, cuello y rostro blancuzcos. En el rostro, en torno al pico, posee unos granos o carúnculas rojas o rosadas. Mide unos 76 cm de longitud y los machos en celo suelen despedir olor a almizcle.
En estos momentos y como ocurre con las especies peninsulares, se encuentra en pleno periodo de crianza y siempre existe el riesgo de hibridación con las especies autóctonas silvestres, principalmente con el ánade real o azulón -Anas platyrhynchos- aunque hay referencias en el sentido de que los ejemplares hibridos con cairina el resultado suele ser un pato estéril. En la Península Ibérica también es denominado como pato casero, pato mudo, pato de Berbería y pato almizclado.
En el Territorio Natural de La Moraña y Tierra de Arévalo se pueden encontrar ejemplares en pequeñas charcas o bohodones que se están recuperando y saneando en los alrededores de algunos municipios. Las imágenes que se publican han sido obtenidas en el municipio abulense de Cabezas del Pozo.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello