Esta tarde he tenido la ocasión de poder observar los primeros ejemplares de grulla común -Grus grus- en El Oso, aproximadamente una veintena. Un año más, el fantástico flujo migratorio de esta especie se inicia a pesar de las benignas condiciones climatológicas existentes aún, al menos en la península ibérica.
De todos modos ya sabemos que la necesidad de garantizarse alimento lleva a esta especie, como a otras, a recorrer larguísimas distancias. La laguna de El Oso será de nuevo un espacio más de los Territorios Naturales que la grulla aprovecha para hacer acopio de reservas y descansar de tanto aleteo continuo atravesando el continente europeo.
Otro aspecto relevante ha sido la observación de dos ejemplares juveniles con anillas. Este dato puede proporcionarnos, en unos días, el pasaporte de cada ejemplar cuyos datos más interesantes serán el lugar de anillamiento, la fecha y los avistamientos que hayan sido registrados por otros ornitólogos, por ejemplo.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello