sábado, 21 de agosto de 2010

+ BIOMASA

Biomasa, una energía renovable de gran futuro
La materia viva, o biomasa, contiene una energía renovable y ecológica con múltiples aplicaciones. Los consumidores pueden utilizarla para climatizar sus viviendas y se pueden abastecer de la electricidad creada en instalaciones específicas. Además, resuelve el problema del tratamiento de los residuos desaprovechados del campo y el monte, reduce el riesgo de incendios forestales, ofrece otras posibilidades, como su uso como fertilizante en la agricultura, genera gran cantidad de empleo en zonas rurales y combate el cambio climático. Por ello, se han aprobado diversos planes para promover su uso en los próximos años.
Ventajas de la biomasa
La biomasa es el conjunto de la materia orgánica, de origen vegetal o animal, y los materiales que proceden de su transformación natural o artificial. En este amplio conjunto se incluyen los residuos y subproductos procedentes de las actividades agrícolas, ganaderas, forestales, agroalimentarias y de transformación de la madera.
Los consumidores pueden aprovechar la biomasa, sobre todo, por su energía calorífica (calefacción, agua caliente, cocina) al sustituir los combustibles fósiles por suministros derivados de la madera (pellets, aglomerados, etc.). La producción de electricidad mediante biomasa podría aumentar si los consumidores exigen a los responsables públicos el apoyo de este tipo de materia prima energética.
La biomasa genera una energía renovable y ecológica, puesto que no aumenta el efecto invernadero, causante del cambio climático, ni contamina con lluvias ácidas o gases tóxicos. Fue la principal fuente energética hasta la revolución industrial, cuando se sustituyó por los combustibles fósiles.
La biomasa se puede aprovechar por partida doble, ya que sus residuos pueden servir como fertilizantes, aditivos para cementos o incluso contra las mareas negras.
Según la Asociación para el Aprovechamiento de la Biomasa (AAB), sus ventajas son diversas:
* La limpieza de los montes, realizada de forma controlada, evita posibles daños ambientales y mejora la calidad del arbolado, disminuye las plagas e incendios y favorece la regeneración natural.
* El sector agrario español, que perderá 4.000 millones de euros en el período 2007-2013, podría lograr nuevos beneficios económicos. El desarrollo de la generación eléctrica con biomasa podría proporcionar a los agricultores en 2011 un ingreso anual de 4.867 millones de euros. Otras ventajas asociadas serían la creación de empleo, en especial en áreas rurales y locales, la potenciación del desarrollo tecnológico, el ahorro de costes relacionados con prevención y extinción de incendios, y la lucha contra la degradación del suelo cuando se implantan cultivos energéticos en tierras abandonadas.
* La biomasa eléctrica es la energía renovable que más contribuye a la estabilidad de la red de distribución, porque garantiza el suministro a cualquier hora del día y con diferentes condiciones atmosféricas (viento, sol, etc.). No obstante, para ello, hay que disponer de una fuente cercana a precios razonables y tener unos consumos energéticos suficientes para que la instalación sea rentable.
Según un informe de la Asociación Europea de la Industria de la Biomasa y la organización WWF, la biomasa reduciría las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en cerca de mil millones de toneladas anuales y podría satisfacer, dentro de una década, el 15% de la demanda eléctrica de los países industrializados.
Biomasa en España y en el mundo
La biomasa en España, tanto en generación eléctrica como en producción térmica, es la "mayor renovable" en el balance de eficiencia y renovables 2009 del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE): un 3,9%, seguida de la eólica, con una contribución del 2,4%, y de la energía hidráulica, con un 1,7%.
Según este organismo público, la producción de pellets se ha multiplicado por diez en los últimos tres años, hasta alcanzar en 2009 las 600.000 toneladas. Despunta la tecnología española, sobre todo en gasificación, en instalaciones de cogeneración de menos de dos megavatios (MW). En cuanto a la co-combustión, hay numerosas centrales eléctricas con biomasa agro-forestal en pruebas.