Otra especie beneficiada por las bondades climatológicas de este año y la buena cosecha de cereal recogida, es el aguilucho cenizo -Circus pygargus-, por ejemplo, los de estas imágenes.
Este otro ejemplar ♂, posiblemente de 2º invierno, planea en busca de alimento para completar su crecimiento y albergar energía para el momento migratorio. Es muy probable que eclosionara en esta misma zona. En los alrededores de la laguna de El Oso se viene observando el nacimiento de nuevos aguiluchos cenizos en estos últimos años.
La gran ventaja de estos ejemplares nidificantes en este espacio es que no se ven amenazados por las devastadoras cosechadoras. Éstas, causan enormes estragos en otras poblaciones morañegas sin que las administraciones competentes impidan la elevada mortandad de esta especie, justo en ese momento, en el que los pollos se encuentran más indefensos.
Tuve la suerte de fotografiar a esta otra interesante rapaz. Este juvenil de culebrera europea -Circaetus gallicus- en pleno vuelo de reconocimiento por la zona, simplemente se dejaba ir.
De igual modo que el aguilucho cenizo, la culebrera europea irá almacenando energía para el movimiento migratorio hacia el continente africano y sus progenitores, no lejos de los lugares de planeo y cernido, complementarán su formación asegurando así la continuidad de esta singular especie. El cardo de cardador -Dipsacus fullonum- también evoluciona con el paso del verano.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello