-Sylvia cantillans- curruca carrasqueña
-Passer montanus- gorrión molinero
-Phylloscopus collybita- mosquitero común
imágenes sobre arbusto de rosal silvestre -Rosa canina- en las cercanías de la laguna de El Oso
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/Coello
Nidos en taludes bajos se encuentran algunas veces, y hay parejas especializadas en anidar siempre de esta forma. El nido es construido exclusivamente por la hembra, utilizando tallos secos, musgo y hierba. El interior está forrado con pelo y lana, ésta a menudo suelta; también hay plumón y alguna pluma. La puesta normal es de cuatro-seis huevos, pocas veces siete y habitualmente cuatro o cinco. Su color es azul pálido o blanquecino con ligero tinte azulado, manchados con puntos y rayas de tono violeta rojizo, rosáceo, a menudo agrupados en el extremo más ancho. Algunos tienen manchitas moradas casi negras. Otros pueden ser solamente blancos o azules y sin marcas o éstas muy imperceptibles. Al volar, el pardillo común lanza una nota muy característica e inconfundible, que tiene quizá un sonido metálico: ¡quit-quit-quit...! Al posarse y notar peligro para su nido emite un lastimero ¡tsuiit! El canto es uno de los más ricos en notas y agradables que un pájaro nos puede deparar. Su musicalidad es tan grande que las notas aflautadas, combinadas con otras que parecen más bien interpretadas con un instrumento de cuerda, no pueden ser aquí descritas, ni siquiera en forma aproximada. Normalmente canta bien al descubierto, con preferencia sobre la rama alta de un arbusto no muy crecido o bien al final del invierno, cuando ya muchos presentan evidentes señales de celo. En vuelo canta también y lo hace sostenidamente. No tiene un gran poder de transmisión, pero en la campiña silenciosa la limpieza de sus notas suple cualquier debilidad en la propagación. El pardillo es muy apreciado como pájaro de jaula, por lo que es perseguida y capturada a menudo por los pajareros. GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagenCoello