Incluida en el catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial de la Comunidad por el Decreto 125/2001, de 19 de abril, La laguna de El Oso es uno de los enclaves naturales más importantes que encontramos en la provincia. Se emplaza en las proximidades de la Localidad de El Oso, dentro de la comarca de la Moraña a escasos 25 kms. de Arévalo y de la capital abulense. A pesar de su pequeña extensión cumple un vital papel para muchas de las aves migratorias e invernantes que visitan nuestra geografía en los meses de otoño e invierno.
Zona recreativa próxima a la laguna
Fruto de la relevancia de este entorno, hace unos años, se llevaron a cabo una serie de mejoras y de medidas de conservación cuyo objetivo era el de mantener la riqueza existente, incluso aumentarla, y potenciar la zona como un lugar de observación de aves que se dirigían a Doñana en sus largos viajes migratorios. Todo esto se pudo llevar a cabo gracias a las inversiones realizadas por la “Fundación Doñana” y a las subvenciones concedidas por la Unión Europea, además de la cooperación con fondos de los benéficos obtenidos en el Pabellón Alemán de la Expo´92 de Sevilla y la ayuda de ADENA. La gestión de dicho proyecto la desarrolló, hasta el año 2000, la empresa DAMA, bajo el lema: “En el Camino a Doñana”. Actualmente es la Sociedad Española de Ornitología, ver SEO/BirdLife, la que con fondos europeos y a través de la iniciativa LEADER, gestiona, desde enero de 2000, esta laguna en colaboración con el Ayuntamiento del Oso.
el observatorio más moderno
En la laguna encontramos dos observatorios: el más antiguo al lado del camino a Hernansancho y que está en muy mal estado, y el más nuevo que está elevado y permite una mejor observación de las aves y que se localiza en el camino a San Pascual. Para acceder a este observatorio es necesario tener la llave que está en el bar que hay al lado del Ayuntamiento en el pueblo. Además ya aprovechamos para recordar que hay que tratar bien estas instalaciones de uso público y mantenerlas limpias ya que hemos visto en los últimos días que el observatorio esta un poco sucio por gente que lleva periódicos para sentarse y luego los dejan allí o dejan también las ventanas abiertas, etc.Otra norma muy importante es utilizar las zonas habilitadas para la observación y no acercarse a la laguna o molestar a la fauna. Deben saber nuestros oyentes que las aves pueden estar bastante lejos de los observatorios por lo que aconsejamos que lleven prismáticos y, a ser posible, telescopios.
antiguo observatorio, siendo el más interesante, este año, para la observación
La Laguna de el Oso es un lugar para los sentidos. Por ejemplo, con la vista podemos deleitarnos con el variado colorido que nos ofrecen las distintas especies de patos y aves que por allí encontramos o con las extraordinarias puestas de sol que nos brindan las soleadas y frías tardes de invierno. En cuanto al olfato, si pasemos por los caminos, sobre todo ya al final del invierno y principio de la primavera percibiremos el olor de la sal que aflora en esta zona y si cerramos los ojos en algunos momentos podemos imaginarnos que nos encontramos al lado del mar.
Pero sobre todo la laguna de el Oso es un deleite para el oído pues la variedad de especies de aves nos ofrece espectáculos como el trompeteo de una entrada de grullas al anochecer. Esta zancuda después de pasar el día alimentándose por los campos de cultivo de la zona acuden en grupo a la laguna antes de que se eche la noche para descansar.
Pero sobre todo la laguna de el Oso es un deleite para el oído pues la variedad de especies de aves nos ofrece espectáculos como el trompeteo de una entrada de grullas al anochecer. Esta zancuda después de pasar el día alimentándose por los campos de cultivo de la zona acuden en grupo a la laguna antes de que se eche la noche para descansar.
La Laguna de El Oso no ocupa una gran extensión de terreno, es más bien una laguna de tamaño pequeño y eso es lo que nos permite poder controlar y ver todo lo que sucede en ella. A las especies que hemos citado podemos unir otras muchas, principalmente, las anátidas como los ánades azulones, frisos, rabudos, el pato cuchara, la cerceta y otro muy particular como es el ánade silbón que recibe su nombre por el particular reclamo que tiene.
Otra especie, muy entrañable, que utiliza a menudo la laguna en sus pasos migratorios es la cigüeña blanca. Además podemos observar limícolas como la avefría, la cigüeñuela, la agachadiza, el andarríos chico y grande, la aguja colinegra o el zarapito real.
Texto: Galérida Ornitólogos / Fotografía: V. Coello