Hoy es San Blas. Una fecha muy típica en el calendario natural sobre todo en cuanto a ornitología se refiere. El refranero popular, el cronista de nuestros antepasados, es muy claro en su mensaje: por San Blas, la cigüeña verás, dice éste y continúa: y si no la vieres, año de nieves, aunque a veces no acierta del todo, como les pasaba hasta hace poco a los hombres del tiempo en su predicciones meteorológicas por tve (ver).
Ahora, sin embargo, con los avances técnicos, el Meteosat y los simuladores, nosotros mismos podemos elaborar, al día, nuestro propio mapa del tiempo virtual y real. Volviendo al tema que nos ocupa, podemos decir que las cigüeñas ya llevan días por aquí, para cumplir con el dicho popular.
cigüeñas blancas en la iglesia de Santo Domingo de Silos, Arévalo, fotografía de V. Coello
La cigüeña blanca (Ciconia ciconia) es una de las especies de aves más conocida y más cercana a nosotros. Su presencia sobre diversas construcciones, especialmente en las torres de nuestras iglesias de estilo románico-mudéjar, ha hecho que se convierta en leyenda a través del refranero popular. Y es verdad, por San Blas ya podemos contemplar como las cigüeñas están emparejándose a su regreso de la invernada que realizan en el sur de la península ibérica e incluso más allá: en las sabanas africanas.
La cigüeña blanca forma pareja estable a la hora de reproducirse, y es ahora el momento del reencuentro, después del otoño, puesto que al inicio del invierno, 21 de diciembre, gran parte de la población se encuentra volando ya prácticamente por estas latitudes, siendo los machos, generalmente, los primeros en llegar al nido en espera de la hembra.
Y son los crotoreos, ese machacar el ajo que dicen otros, las señales de saludo que resultan emocionadas, alegres y ruidosas. También de reconocimiento, de compromiso para ocupar de nuevo el nido, de reconstruirle e iniciar, después de la cópula, un nuevo ciclo reproductivo e intentar sacar adelante varios pollos hacia la volandera bóveda celeste. Este proceso podemos seguirlo casi en directo, a través de Internet, por la cámara Web (ver) que se encuentra situada en la torre de la iglesia de Sta María la Mayor, a la que podremos acceder desde la propia página web del Ayuntamiento de Arévalo.
O visitando el Centro de Interpretación de la Naturaleza ubicado en la Casa del Concejo, plaza del Real de Arévalo, desde donde obtenemos imágenes en directo de los dos nidos a los que se puede acceder desde esta cámara.
La cigüeña blanca forma pareja estable a la hora de reproducirse, y es ahora el momento del reencuentro, después del otoño, puesto que al inicio del invierno, 21 de diciembre, gran parte de la población se encuentra volando ya prácticamente por estas latitudes, siendo los machos, generalmente, los primeros en llegar al nido en espera de la hembra.
Y son los crotoreos, ese machacar el ajo que dicen otros, las señales de saludo que resultan emocionadas, alegres y ruidosas. También de reconocimiento, de compromiso para ocupar de nuevo el nido, de reconstruirle e iniciar, después de la cópula, un nuevo ciclo reproductivo e intentar sacar adelante varios pollos hacia la volandera bóveda celeste. Este proceso podemos seguirlo casi en directo, a través de Internet, por la cámara Web (ver) que se encuentra situada en la torre de la iglesia de Sta María la Mayor, a la que podremos acceder desde la propia página web del Ayuntamiento de Arévalo.
O visitando el Centro de Interpretación de la Naturaleza ubicado en la Casa del Concejo, plaza del Real de Arévalo, desde donde obtenemos imágenes en directo de los dos nidos a los que se puede acceder desde esta cámara.
contraluz en El Salvador, Arévalo, el primer emplazamiento de nidificación de cigüeñas
No cabe duda que la cigüeña blanca aporta interesantes aspectos para reforzar el entramado de biodiversidad que todo Entorno Urbano sostiene. Su variedad de especies y los distintos cometidos que desarrollan lo convierten, por sí solo, en el espacio más cercano. Espacio donde también nosotros desarrollamos vivencias, nuestras relaciones sociales, las ilusiones y el deseo de fortalecer nuestro medio ambiente para que se conserve con criterios de sostenibilidad y equilibrio natural.
Galérida Ornitólogos
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