SETA DE CARDO –Pleurotus eryngii-
Familia Pleurotaceae (ver)
Familia Pleurotaceae (ver)
Hasta hace poco tiempo se incluía a los hongos entre los seres pertenecientes al reino vegetal; los conocimientos que de este grupo de organismos se tienen hoy en día, hacen suponer que se trata de seres con una serie de características propias, en ocasiones comunes a las de las algas y a veces muy próximas a las de los protozoos, con estos tres grupos, hongos, algas y protozoos, inciertos en cuanto a su posición taxonómica, se ha creado el grupo de los Protistas.
La seta de cardo (ver) pertenece a la clase basidiomicetos (ver) y al orden Tricholomataceae (ver). En los rasgos para su descripción se puede concretar que su sombrero es convexo, después abovedado aplanado, poco hundido en el centro, irregular y de color variable que oscila entre el beige y el marrón oscuro; la cutícula, que es gruesa y un poco escamosa, se separa con facilidad de la carne que es compacta, blanca y flexible de sabor dulce e inapreciable olor. El margen del sombrero es delgado, enrollado al principio y después redondeado. Presenta finas fibrillas adnatas que de joven dan aspecto de cierta escamosidad.
En cuanto al Himenóforo, las láminas se disponen de forma apretada, con numerosas laminillas intercaladas y son muy decurrentes, si bien en los ejemplares muy jóvenes puede no distinguirse la decurrencia. De color blanco a crema en los ejemplares jóvenes que torna a tonalidades grises y ocres en los individuos adultos.
Esporas blanquecinas y contorno elíptico.
El pie es corto, macizo y suele situarse de forma excéntrica. Presenta al principio una coloración blanquecina que se oscurece con el paso del tiempo. Algunas veces presentan crecimientos cespitosos. La base del pie está unida a la raíz del cardo.
Esporas blanquecinas y contorno elíptico.
El pie es corto, macizo y suele situarse de forma excéntrica. Presenta al principio una coloración blanquecina que se oscurece con el paso del tiempo. Algunas veces presentan crecimientos cespitosos. La base del pie está unida a la raíz del cardo.
La carne es blanquecina de sabor ligeramente dulce, huele a grasa láctea, hierba, y algunas veces ligeramente a anís. Se trata de un excelente comestible y de las pocas especies que con fines gastronómicos se recolectan en el Territorio Natural de la Universidad de la Tierra de Arévalo y otros.
Es relativamente frecuente apareciendo en bordes de caminos, taludes o eriales con presencia del cardo corredor -Eryngium campestre L.- (ver), del cual es saprofito y en cierta medida parásito.
Es relativamente frecuente apareciendo en bordes de caminos, taludes o eriales con presencia del cardo corredor -Eryngium campestre L.- (ver), del cual es saprofito y en cierta medida parásito.
Nos queda recomendar su consumo moderado así como que la recolección se lleve a cabo respetando las normas más elementales de sostenibilidad. Asegurarnos de que espora sobre el territorio. Recolectar sólo los ejemplares adultos. Utilizar las cestas de mimbre o similares para asegurarnos una mejor conservación, aireación y transporte. No pegar patadas o arrancar las setas que no vayamos a recolectar puesto que también cumplen su función natural en el medio sobre el cual se encuentran. Respetar la biodiversidad de especies que nos rodean. Disfrutar con las salidas de campo a través de los sonidos, imágenes, paisajes e incluso con la meteorología que nos toque ese día. Que no se note nuestra presencia y que la discreción nos permita repetir cuantas veces nos apetezca la experiencia y las sensaciones naturales que nos llevemos a casa.
Textos extraídos del seminario de Ciencias Naturales del CEP, de Arévalo. Curso 1990-91. Grupo de trabajo: Andrés García, Ezequiel Pérez, Maurino González, Jesús Sanz y Antonio Guillén. También a Rafael Aramendi y Horacio González de AMAGREDOS (ver)
fotografía: V. Coello
Textos extraídos del seminario de Ciencias Naturales del CEP, de Arévalo. Curso 1990-91. Grupo de trabajo: Andrés García, Ezequiel Pérez, Maurino González, Jesús Sanz y Antonio Guillén. También a Rafael Aramendi y Horacio González de AMAGREDOS (ver)
fotografía: V. Coello
Galérida Ornitólogos