GAVIOTA SOMBRÍA
–Larus fuscus-
Desde hace varios días se viene observando un grupo de sombrías, cuatro adultos y dos inmaduros en la laguna de El Oso, probablemente de paso hacia lugares más favorables en cuanto a alimentación y ambientes paisajísticos.
La gaviota sombría es una especie invernante ocasional en la Universidad de la Tierra de Arévalo y La Moraña. Existen escasas citas, por ejemplo, tres individuos, de los cuales dos eran adultos y un inmaduro en compañía de una gaviota reidora, en la Laguna de El Oso el 30.11.1997, según la anotación que se recoge de la Guía de las aves de La Moraña y Tierra de Arévalo, (Luis José Martín García-Sancho y Gabriel Sierra) y también citas con presencia esporádica en Las Olmedillas de Palacios de Goda y en El Oso, en años anteriores al actual. Esta ave marina es escasa como reproductora en la Penínsul Ibérica y es precisamente en invierno cuando frecuenta aguas interiores de lagunas y embalses.
59cm, mayor que la gaviota reidora, se diferencia de otras gaviotas grandes, como la argéntea y patiamarilla, por el color muy oscuro del dorso, casi negro en lugar de gris claro. Las patas son de color amarillo. Cabe destacar que los jóvenes e inmaduros de estas especies son muy difíciles de distinguir entre sí. El hábitat propicio para la sombría suele ser ocasionalmente cualquier tipo de zona húmeda y principalmente humedales extensos, con grandes láminas de aguas libres, sobre todo embalses y ríos caudalosos. Muy a menudo se la encuentra asociada a la gaviota reidora, de esta especie se están viendo ejemplares estos días en El Oso, con la que se desplaza entre dormideros y comederos. El carácter de invernante y migrante escasa, aunque en aumento progresivo sobre los territorios de la Comunidad, nos permite poder disfrutar de otra especie más en este extraordinario enclave húmedo. Así podemos comprobar cómo aves aisladas de gaviota sombría aparecen durante la invernada entre los meses de noviembre y febrero.
Sin duda y no nos cansaremos de reclamarlo, este espacio necesita de una figura de protección administrativa adecuada al importante trasiego de especies a lo largo de todo el año y por el número creciente de ejemplares que utilizan este humedal con más frecuencia. La declaración como ZEPA, zona de especial protección para las aves es un reto y una reivindicación que debemos apoyar y sumarnos al esfuerzo de su ayuntamiento.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS / fotografía: David García