Desde hace varios años, se ha iniciado un programa de mejora ambiental en campos agricolas de Castilla y León en zonas que sufrieron la plaga de 2007. El proyecto, tiene por objetivo facilitar la cría de cernícalos y lechuzas, aumentando las zonas óptimas para nidificar e incrementando el stock de individuos reproductores mediante la liberación de ejemplares provenientes de las instalaciones de GREFA.
El proyecto busca implantar un modelo de gestión de plagas de topillo innovador y preventivo en zonas de riesgo, es decir susceptibles de volver a sufrir la plaga. Este modelo experimental, se basa en la aplicación de un control biológico por depredación de las poblaciones de topillo campesino (Microtus arvalis), ya aplicado con éxito en otras plagas de roedores en distintos puntos del mundo, y sugerido en numerosas ocasiones desde sectores contrarios a la aplicación de veneno como mecanismo paliativo. Dicho modelo, se justifica en base a los resultados científicos obtenidos en otras zonas (Korpimäki et al., 2002; Klemola et al., 2003; Gilg et al. 2003; Getz et al. 2005; Fargallo et al., 2009).
El proyecto, es realizado por un equipo multidisciplinar formado por investigadores de GREFA (Grupo de Rehabilitación de Fauna Autóctona y su Hábitat), IREC (Instituto de Recursos Cinegéticos), UVA (Universidad de Valladolid) y MNCN (Museo Nacional de Ciencias Naturales), bajo la financiación y apoyo de la Fundación Biodiversidad.
Este programa se esta realizando desde el año 2009 en municipios colaboradores en Palencia, Valladolid y Zamora, gracias al apoyo y autorizaciones de la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León.
Las denominadas estepas cerealistas de Castilla y León, son un medio favorable para el desarrollo y crecimiento de diferentes especies de roedores, al disponer de alimento abundante y de zonas de refugio. A su vez, la simplicidad de estos entornos, en los que han desaparecido los árboles y la mayor parte de los arbustos, produce que la abundancia de depredadores sea muy baja, a pesar de que el alimento (roedores,) es muy abundante. Como ya se ha comprobado en otras regiones, la gestión de poblaciones de cernícalos y lechuzas, es un mecanismo barato, preventivo y de fácil ejecución cuyos resultados favorecen a los agricultores. Este proyecto, se basa en la colocación de cajas nido sobre postes de madera, junto con reforzamientos poblacionales de lechuzas y cernícalos provenientes de GREFA o centros de recuperación de fauna silvestre próximos al entorno de trabajo para incrementar las poblaciones de estas aves depredadoras de topillos. Una pareja de cernícalos vulgares, que este criando a sus pollos, consume hasta 700 topillos en tan solo 8 semanas. Un cernícalo vulgar adulto, llega a depredar hasta sobre 1000 topillos en un sólo año por si solo. La lechuza, consume entre 2-3 topillos diarios, con lo que se calcula que pueda consumir hasta más de 20 kg de topillo al año. Estos datos, si se cruzan con las abundancias normales de roedores por parcela (entre 20-100 roedores por hectárea) permiten concluir que cada caja nido ocupada, permitirá mantener a una densidad muy baja la presencia de roedores en los cultivos. +INFO