Existen claros indicios que nos hacen ver el cambio de estación, no sólo a través del calendario, sino por la llegada de las especies que eligen estos Territorio Naturales como lugares de cría y reproducción. Uno de estos lugares, es esta iglesia de Nuestra Señora del Rosario, en Villar de Matacabras.
Sabemos que marzo es mes de movimiento y las borrascas procedentes del suroeste suelen ayudar en los tránsitos migratorios. Y aquí están, recien llegados del continente Africano, los primeros ejemplares de este pequeño falcónido. Fieles a su cita, un año más, los cernicalos primilla -Falco naumanni- se encuentran en La Moraña y Tierra de Arévalo.
Las últimas obras de mantenimiento y en parte reconstrucción de este pequeño templo, tuvieron en cuenta que albergaban una colonia de primilla de gran interés. Era evidente y necesario acometer los problemas de goteras así como el saneamiento de la techumbre en el exterior y en el interior. Se dispusieron, como se puede apreciar, unas tejas diseñadas para este fin, con el objetivo de permitir la presencia del cernícalo primilla y evitar problemas futuros. Al primilla le gusta hurgar entre las tejas y criar bajo su abrigo. Esta disposición de las tejas viene a denominarse primillares, en relación a los antiguos palomares, los cuales se aprovechaban para la cría de palomas en semi cautividad.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS / imagen: V. Coello