En las noches estivales e incluso otoñales, cobran protagonismo unos seres desconocidos para muchos, es el mundo de los murciélagos que resurge cada noche desde sus dormideros diurnos.
Esta entrada la protagoniza el Murciélago Orejudo Gris (Plecotus austriacus). Fue identificado como especie en el año 1960, debido a que su gran parentesco morfológico y sistemático le confunde con el Murciélago Orejudo Pardo, distinguiéndose en mano por sus caracteres externos o mediante ADN, según datos científicos recogidos en el atlas de los mamíferos de España.
Este mamífero nocturno es de un tamaño medio en cuanto a quirópteros se refiere, siendo algo mayores las hembras y de mayor envergadura. Su fórmula dentaria es: 2.1.2.3/3.1.3.3
Su manta de pelo es de vientre claro en un tono grisáceo y dorso de color gris oscuro. Posee un antifaz negruzco más marcado en torno a los ojos. Su uña del ala es en mano notablemente pequeña que su pariente el orejudo pardo, siendo esto, uno de sus puntos morfológicos que los distingue.
Habita en toda la península, y en la comarca puede encontrarse en zonas variadas, desde zonas periurbanas, campos de campiñas y zonas con cobertura vegetal, siendo en las zonas forestales donde tienen más querencia. Ha sido comprobado, que los fustes de los pinos resineros (pinus pinaster) de la comarca, agrietados por los usos resineros utilizados como aprovechamiento forestal, fijan ahí sus dormideros diurnos, sin menospreciar cajas nido para páridos e incluso viejas construcciones humanas.
Su alimentación está principalmente basada en mariposas nocturnas.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: David García López