Esta especie tiene escasa presencia en nuestro Territorio Natural, tan sólo existen dos pequeñas poblaciones localizadas en los parajes: lagar de los curas, Palacios de Goda y en las proximidades del cerro del lavajuelo, Arévalo, donde fue plantada ésta última tras el sellado del vertedero municipal.
Saliendo a observar flora, concretamente jaras de la misma especie como en el caso que nos ocupa: la jara pringosa -cistus ladanifer-, la naturaleza puede deleitarnos una vez más con pequeñas cosas y a la vez importantes a nuestro parecer o curiosidades como los tipos de floración, variedades y anomalías en sus inflorescencias.
Se puede comprobar cómo en una misma población de jara pringosa pueden aparecer ejemplares de la subespecie -maculatus Dunal ex DC.- y que reciben la denominación de jara de las cinco llagas por la apariencia que muestran las manchas o llagas en los pétalos. En la revista “Quercus” podemos ver estos últimos meses, coincidiendo con su floración, más historias parecidas sobre las jaras pringosas.
Hace ya unos días que salimos a observar esta especie y buscar entre sus flores alguna rareza o anomalía. Por ejemplo, la siguiente imagen de jara de la variedad –maculata- de coloración rosa suave en las llagas o manchas características, pudiéndose observar en distintas matas.
Otro aspecto que nos llamó la atención es el número de pétalos. Esta jara se caracteriza por tener 5 y sin embargo, hemos podido ver "in situ" ejemplares que presentaban anomalías con más o menos pétalos. Descubrir las especies de la zona, catalogarlas y encontrar rarezas o anomalís, como en este caso, nos ayuda a mantener nuestro espíritu conservacionista y la voluntad de transmitiros nuestras experiencias. Veamos:
Jara pringosa con cinco pétalos
Jara pringosa con cuatro pétalos
Jara pringosa con seis pétalos
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: David García López