jueves, 10 de octubre de 2013

malvella sherardiana en Arévalo

Nueva población de una rara malva en Arévalo
A principios del pasado mes de junio, mientras catalogábamos la flora vascular de un paraje natural en desuso y de propiedad municipal del Ayuntamiento de Arévalo conocido como Cantazorras, situado en la comarca de La Moraña y Tierra de Arévalo nos topamos con un pequeño grupo de once malvas de la especie -Malvella sherardiana-. Hay pocas citas de esta malva y muy alejadas entre si.
la Malvella sherardiana (L.) Jaub. & Spach está considerada como hierba perenne y como caméfito postrado de la familia Malvaceae. Con múltiples tallos decumbentes o parcialmente ascendentes de 10-50 cm, hojas con un largo peciolo, de 1 a 5 cm de diámetro, reniformes, de margen entero, crenadas y pubescentes por ambas caras. Con estípulas ovado-lanceoladas escariosas. Flores solitarias y axilares, con pedúnculo más largo que la flor. Con un epicáliz de tres piezas muy pequeñas y cáliz campanulado y 5 lóbulos. Pétalos rosados obovado-orbiculares. El fruto es un esquizocarpo con forma de disco. Ruderal y arvense, habita en campos de secano, cultivos de girasol, olivares y barbechos, donde las prácticas agrícolas sean poco intensivas. Además de eriales y pastizales naturales en terrenos arcillosos y margosos.
Al ser una malva de pequeño tamaño es muy fácil que pase desapercibida. Además está a punto de desaparecer en la Península Ibérica por lo que debemos velar por la seguridad de cualquier población. Muy amenazada a nivel nacional, como comentábamos con anterioridad, con una unas pocas poblaciones en Córdoba, una única localidad en Arévalo, Ávila y otra en el pastizal situado al lado del polígono del Centro de Transportes de Coslada, que puede ser prontamente destruida al urbanizarse el terreno.
Las razones de su rarefacción y tendencia a la extinción se deben a los cambios de uso del campo, tales como el uso de arados de vertedera profundos, y en general la mecanización del agro, que entierran las pequeñas semillas e impiden su germinación y sobre todo, el uso desmesurado de herbicidas, que están acabando con todas las especies sensibles de nuestros campos y contribuyendo a la proliferación de especies muy agresivas alóctonas que las sustituyen, sin lograr el propósito de acabar con las "malas hierbas", solo logran que nuestra flora se empobrezca y algunas especies como esta, se extingan.
En Galérida Ornitólogos, desde nuestro grupo de estudios ambientales, creemos que puede tratarse de una subpoblación de aquella otra que fuera localizada en Arévalo en los años ochenta. De hecho, ambas localizaciones se encuentran cerca, aunque separadas por varios cientos de metros, y difieren tanto en orografía como en naturaleza del suelo. En este sentido, la ayuda de Tomás Romero (Universidad de Salamanca) ha sido decisiva para contrastar los datos de ambas poblaciones.
Artículo publicado en la revista Quercus, cuaderno 332/Octubre 2013.
Observatorio de la naturaleza en octubre.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/Imagen, Localización, Texto: David García López