martes, 22 de diciembre de 2015

madrugada de rocío

Podríamos definir el rocío como el vapor de agua de la atmósfera condensado en forma de gotas muy pequeñas durante el enfriamiento nocturno o de madrugada. Este fenómeno físico es responsable de la capa de humedad formada sobre la tierra, las plantas o cualquier otro objeto expuesto a la intemperie.
 Dado un sistema a una determinada temperatura, existe una única presión de vapor tal que las fases líquida y gaseosa del agua se encuentran en equilibrio (o coexisten) y se denomina Presión de vapor de saturación. La presión de vapor de saturación aumenta a medida que aumenta la temperatura a la cual se encuentra el sistema, siguiendo la relación de Clausius-Clapeyron.
 En la atmósfera, el sistema está conformado por aire seco más vapor de agua (que conforman lo que llamamos aire). Puesto que el aire se encuentra en equilibrio térmico, la temperatura del aire es también la temperatura del vapor y del agua líquida que este contenga. La temperatura tal que el sistema se encuentra saturado se denomina temperatura de rocío. Si el sistema alcanza dicha temperatura, y la misma se encuentra por encima de los 0 °C, entonces se observará la formación del rocío en distintas superficies y, si se dieran las condiciones atmosféricas, podrían también observarse nieblas o neblinas.
 Este otoño y el arranque del invierno están siendo muy secos este año. Al menos, cabe el efecto de humedad que se dispersa por los distintos sembrados que se precipita de nuevo con la fuerza del sol.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello