martes, 11 de agosto de 2009

FAUNA DE LA UNIVERSIDAD

BARBO COMÚN -Barbus bocagei-
Familia: Cyprinidae (ver)

El nombre de Barbo (ver) viene del latín Barbus que significa barba.
En España tenemos hasta ocho subespecies autóctonas y endémicas de Barbos: Barbo cabecicorto
(Barbus microcephalus), Barbo común (barbus bocagei), Barbo colirrojo (busbus haasi), Barbo comizo (Barbus comiza), Barbo de graells (Barbus graellsii), Barbo gitano (Barbus sclateri), Barbo mediterráneo (Barbus guiraonis), y el Barbo de montaña (barbus meridionalis).
Presente en buena parte de la Comunidad de Castilla y León y en todo el Territorio Natural de la Universidad de la Tierra de Arévalo.
Detalle de la cabeza del Barbo
Este pez es un ciprínido que puede superar los 50 cm de longitud, muy esbelto y de carácter muy nervioso, la boca está situada en la parte inferior, y en labio superior tiene cuatro barbillones, barbas o bigotes sensitivos. Su cuerpo es robusto y escamoso, la aleta dorsal es alta, corta y no espinosa, la aleta caudal es grande. Las hembras presentan una aleta anal más grande que en los machos. Posee dientes faríngeos implantados en dos filas. Presentan un color verde oliva o pardo verdoso con reflejos dorados, y el vientre en de color blanco sucio. Su cabeza en cónica y sus ojos son amarillentos. Alcanza la madurez sexual a los 4-5 años de edad y desova ente los meses de mayo a julio, poniendo una cantidad de 10.000 a 25.000 huevos que tardan en desarrollarse unos diez días. Antes de la freza, inician pequeñas migraciones, río arriba, que popularmente reciben el nombre de “trepa”.
Aspecto y figura longitudinal
Es un pez omnívoro, se alimenta de alevines de otros peces, larvas de insectos, algas… que busca con sus labios bentónicos entre las piedras del fondo. Se le encuentra en los fondos de aguas lentas con pocas corrientes, es decir, en los tramos medios y bajos siempre por debajo de los 1000m de altitud, pero también frecuenta aguas más agitadas como corrientes y pequeñas cascadas, en donde se le puede ver saltando obstáculos en su trayectoria. Le podemos encontrar en nuestro río Adaja (ver), cada vez más escaso por su pesca abusiva y depredado en huevo y alevín por especies alóctonas inconscientemente introducidas por los aficionados a la pesca.

Siempre conviene realizar su manejo con manos y brazos húmedos
Su presencia, en la actualidad, es a lo largo de todo el año como consecuencia de estar regulado el cauce del río Adaja por el embalse y presa de Las Cogotas (ver), en Mingorría. Este hecho evita los estiajes tan frecuentes en los ríos poco caudalosos de la Meseta septentrional. A excepción del río Arevalillo, que estos últimos años recibe aportes extras, para mantener caudal ecológico, procedentes de la canalización de los sectores de riego para la balsa de Nava de Arévalo, los demás cauces del Zapardiel y Trabancos y otros menores, si que sufren los rigores del estiaje permaneciendo secos y carentes, por lo tanto, de ictiofauna (ver)
Galérida Ornitólogos
Fotografía: David García