viernes, 18 de diciembre de 2009

FAUNA DE LA UNIVERSIDAD

ELANIO COMÚN o AZUL –Elanus caerulens-
Familia Accipitridae (ver)
Esta pequeña rapaz está considerada como ave poco frecuente o de muy concreta localización. Es cierto. Hay que afinar la vista, tener ciertos conocimientos prácticos sobre ornitología o tener la extraordinaria suerte de encontrarse hasta una quincena de ejemplares, en las épocas de mayor abundancia de pequeños roedores como ocurría en los meses de la famosa plaga de topillos, topillo campesino (Microtus arvalis, ver) concretamente, y en fechas próximas pero posteriores. El conjunto de pinares isla, situados entre los términos municipales de Aldeaseca, Arévalo y Nava de Arévalo, fueron un extraordinario albergue y territorio de vuelo y adiestramiento en esos tiempos.
Suele realizar desplazamientos invernales a zonas donde no nidifica, motivo por el que suele ser más fácil detectar su presencia en estas zonas, no resultando extraño poder contemplar, hoy en día, ejemplares de Elanio común en las inmediaciones de los términos descritos o en otros próximos, en sus lances de campeo, sobrevolando las posibles capturas o dejándose llevar por los vientos suaves que airean estos Territorios Naturales.
32 cm. Rapaz del tamaño de un cernícalo vulgar. Plumaje blanco y gris con manchas negras en las alas. Los jóvenes tienen el dorso pardusco con moteado claro. Ojos rojos y siendo además ambos sexos de similares características.
El Elanio común (ver) es especie sedentaria y nidificante, más bien escasa, en el Territorio de la Universidad de la Tierra de Arévalo. La predilección por el bosque mediterráneo la lleva a ocupar espacios abiertos con arbolado disperso como encinares y pinares y zonas típicamente cerealistas. Puede detectarse en vuelo mientras se cierne en busca de presas y posada en postes y tendidos eléctricos, contemplando y acechando. Esta hermosa ave frecuenta los momentos crepusculares que es cuando los roedores, su principal dieta, empiezan a estar más activos. También se nutre de pequeños reptiles y de insectos. Otra característica de esta rapaz es que suele conservar los mismos territorios de cría, construyendo un nuevo nido cada año.


Sin duda, es una rapaz útil para el control poblacional de las especies de que se nutre. Las administraciones competentes, en la materia, deben velar más por su conservación e iniciar campañas a favor de las aves rapaces, tanto diurnas como nocturnas, así como no cesar en el empeño de concienciar a aquellos colectivos que se resisten a creer, aún hoy en día, que la lucha biológica natural es el mejor seguro para mantener el equilibrio poblacional de la fauna silvestre. Este es el gran reto. Pero, muy mucho nos tememos, que la administración está perdiendo la batalla cediendo, en gran medida, a las presiones interesadas y generalmente faltas de ilustración que vociferan falazmente, ocultando su incapacidad, para gestionar unos Territorios Naturales de los que se adueñan sin piedad.
Galérida Ornitólogos