sábado, 28 de agosto de 2010

RECONOCIMIENTO POPULAR

Una escultura de cinco metros de altura reconoce su labor
El Oso rinde homenaje a agricultores y ganaderos
María Cuenca
Mucho han cambiado las tareas del campo en los últimos años, aunque el esfuerzo de agricultores y ganaderos –los que se mantienen, porque cada vez son menos- sigue siendo un ejemplo para los pueblos de la provincia.
El Oso ha querido por ello rendirles un homenaje, no solo a los catorce que aún se mantienen en activo, sino también a los que ya disfrutan de su jubilación, sus familias, las organizaciones agrarias que están apostando por dignificar la vida del sector y a las entidades que gestionan fondos para el medio rural.
Una escultura en hierro de cinco metros de altura y 3.000 kilos de peso, obra de Ignacio Asenjo -doctor en Bellas Artes y licenciado en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid- en una de las calles de la localidad servirá de reconocimiento “a toda una vida de abnegación dedicada al campo y que es para todos el mejor ejemplo”, como podía leerse en los diplomas entregados. “El Oso, a sus agricultores y ganaderos”, reza la inscripción de la escultura, para la que se han utilizado distintos aperos de labranza.
Más de 200 personas participaron en el homenaje, que transcurrió, en parte, en la iglesia parroquial y, posteriormente, en el exterior, con un recorrido por distintas “islas” en las que se representaba la siembra a la antigua usanza, la recolección o la ganadería, exponiendo también los distintos útiles, ya obsoletos, como los dediles, los antiguos arados o la antigua forma de esparcir la simiente por la tierra. (+info)