miércoles, 9 de marzo de 2016

viaje hacia el norte

 En estos primeros días de marzo se acumulan las sorpresas. Por un lado este ejemplar solitario de zarapito real -Numenius arquata-  al cual solo pude observar una mañana por estos territorios morañegos.
 Por otra parte algunos de los ejemplares de grulla -Grus grus grus- que aún permanecen por la zona. Este año hemos podido encontrar un menor número de estas grandes migrantes entre los términos municipales de Aldeaseca y Palacios Rubios.
 En ambos casos es probable que el atractivo principal sea la capacidad de poder encontrar alimento disponible.
 En el caso de las grullas disponen de un variado menú de comida seca y húmeda, es decir, los escasos rastrojos unidos a los restos de maizales cosechados y los brotes verdes y tiernos de los cereales del año.
 En ambos casos una buena noticia pues nos ayuda a añadir más especies observadas, a las habituales de invernada o estivales, en estos territorios de transición entre el norte y el sur. Las penillanuras al sur del río Duero son enclaves importantes aunque ciertamente abandonados a su suerte por las administraciones competentes.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello