miércoles, 19 de mayo de 2010

FAUNA DE LA UNIVERSIDAD

HALCÓN PEREGRINO –Falco peregrinus-
Familia Falconidae (ver)

El halcón peregrino ha sido considerado un pájaro místico y a veces también como un mensajero del otro mundo, un extraño entre nosotros. Los indios de América del Norte creen que se trata de un mensajero que nos guía en el mundo espiritual. Los egipcios de la Antigüedad creían que el halcón traía el sol por la mañana y que lo retiraba al atardecer. En la mitología egipcia la representación del halcón está asociada a una imagen de poder. Horus, que significa “el lejano” o “el elevado”, era considerado el más importante del conjunto de los dioses halcones. Horus, el hijo de Osiris e Isis, fue escondido entre los papiros de las marismas del Delta del Nilo y criado en secreto por su madre.
El nombre falco (halcón), proviene del latín falx, que significa hoz, y que alude al pico afilado en forma de hoz con el que esta ave rapaz proporciona una muerte certera y repentina a sus presas, simbolizando al mismo tiempo la figura de la muerte con su guadaña. El equivalente de hoz en catalán es falç. Resulta notable la semejanza con la etimología latina (falx) y con la denominación de la familia de esta ave rapaz (falcó).
Se encuentra presente en el Territorio Natural de la Universidad de la Tierra de Arévalo, ocupando espacios desde la extensa llanura cerealista a los cantiles arenosos petrificados de los valles fluviales apropiados para su reproducción. Se le puede observar merodeando por las lagunas que salpican la geografía Morañega para mayor sorpresa de ánades, avefrías u otras especies despistadas. En otras ocasiones, cuando permanece posado en postes que utiliza como oteadero y también mientras caza en zonas despejadas.
En franca regresión, según datos obtenidos en el último decenio, por varias causas como puede ser el uso abusivo de pesticidas agrícolas, que asimila con las presas, por el reiterado expolio al que está sometido y la presencia de otras rapaces, nocturnas como es el caso del Buho real, que parece ser estarían desplazando al peregrino hacia territorios más abiertos y menos seguros a la hora de la reproducción.
El halcón peregrino (ver) es una de las 38 especies que conforman el género Falco. Se trata de un hábil cazador que captura a sus presas durante el vuelo, habiendo sido adiestrado para la cetrería desde épocas inmemoriales. La población sedentaria y nidificante en España parece corresponder a la raza mediterránea Falco peregrinus brookei. Sin embargo en la época invernal pueden aparecer desde el cantábrico aves procedentes de Europa que corresponden al tipo Falco peregrinus peregrinus. Los machos alcanzan una longitud de unos 38 cm, con un peso entre 450 gr Y 1.1 Kg. Las hembras suelen tener un tamaño 1/3 superior aproximadamente al de los machos, llegando a lograr una longitud 48 cm. Con un peso que oscila entre los 720 gr y 1.1 Kg. La envergadura de las alas alcanza entre 80 y 115 cm. Se alimenta principalmente de aves, aunque no rechaza la caza de pequeños mamíferos, anfibios e incluso se ha descrito la caza de murciélagos. Su dieta principal incluye principalmente palomas y, en menor medida alondras, codornices, mirlos o urracas. En las ciudades se ha hecho frecuente la presencia de halcones a la caza de palomas y gorriones. No construyen nidos, pero depositan sus huevos en hendiduras de los acantilados, en árboles, tajos y cortados fluviales o incluso en el suelo. También utiliza construcciones humanas como edificios altos y torres metálicas. Es un ave territorial y suele nidificar en la misma zona año tras año, excavando una pequeña oquedad. La puesta tiene lugar en el mes de marzo y oscila entre dos y cinco huevos que son incubados por la hembra durante más de un mes. Los polluelos realizan su primer vuelo a las cinco o seis semanas, aunque permanecen en territorio paterno en torno a un mes más aprendiendo las artes de caza.
Utilizan una técnica de caza muy depurada, (+info) lo que sin duda favoreció la afición a la cetrería. El ave aprovecha los ángulos muertos del campo visual de la presa para realizar el ataque por detrás, dejándose caer desde arriba, con las patas plegadas y en un picado casi vertical en el que puede llegar a alcanzar la velocidad máxima de 400 Km/h según afirman algunos. Cerca ya de la presa el ave proyecta sus garras hacia delante para darle muerte. Es considerado el animal o ser vivo más rápido de la tierra. Fotografía: V. Coello / GALÉRIDA ORNITÓLOGOS