martes, 27 de enero de 2009

FAUNA DE LA UNIVERSIDAD

MILANO REAL (Milvus milvus)
Familia Accipitridae

El Milano real es un accipítrido exclusivamente Europeo, principalmente se da en España, Alemania y Francia y en menor medida en Gran Bretaña, teniéndose constancia de estos desplazamientos, de más de 1.000 km, por las recuperaciones obtenidas y la información que portaban a través de las anillas recogidas.
Es quizás la rapaz más fácil de reconocer de la península y la más común en estos períodos de bajas temperaturas puesto que es invernante. Es una rapaz de tamaño grande, de pura elegancia Europea, con un tamaño de 60-65 cm. Posee alas largas y arqueadas, su envergadura es de 175-195 cm. La cola es larga, horquillada y rojiza, siendo otro de los elementos inconfundibles para su identificación. Su silueta es esbelta y muy parecida a la de su congénere el Milano negro (Milvus migrans), éste, Africano y estival. Los ejemplares jóvenes presentan el plumaje ligeramente más claro. Está asociada a terrenos de cultivo, zonas poco boscosas colindantes a espacios agrícolas y choperas, en dónde forman dormideros invernales a los cuales no es fiel, tras molestias reiteradas.
Se alimenta de pequeños mamíferos, reptiles, pequeñas aves e incluso y en gran medida, no desprecia la carroña, por lo que frecuenta todo tipo de vertederos. También se le puede ver pescando en lagos y robando pollos de nidos de córvidos y ardeidas. Menos raro es verle detrás de los tractores en los surcos abiertos por las gradas puesto que también se alimenta de invertebrados.
dormidero de milano real junto al río Zapardiel
Desgraciadamente está viendo decrecer notablemente sus efectivos en casi un cincuenta por ciento en estos últimos años, ya bien sea por venenos, electrocuciones, al ser tiroteados o por la pérdida de hábitat, y en menor grado, atropellados por automóviles. En el Catálogo Nacional de Especies Amenazas (ver) está declarada como especie “vulnerable”. Pese a ser una especie invernante y cada vez más escasa se han recogido citas de cría en la Universidad de esta Tierra de Arévalo. Para más información pinchar aquí.
Texto y fotografías de David García López

sábado, 24 de enero de 2009

Los Pinares de La Moraña


La comarca agraria de Arévalo - Madrigal de las Altas Torres, más comúnmente denominada "La Moraña", se extiende al norte de la provincia de Ávila, en la zona meridional de la Tierra de Campiñas, asentándose sobre la Cuenca Sedimentaria del Duero. Las tierras morañegas se expanden sobre sedimentos miocénicos dispuestos horizontalmente, principalmente arcillas continentales y arenas y areniscas feldespáticas, aunque estas últimas en menor medida. A su vez hay determinadas áreas tapizadas por arenas finas, de extensión y grosor variable, asociadas a los cursos fluviales que descienden del Sistema Central y los depositan en la planicie. A estos mecanismos fluviales se le unen importantes procesos de naturaleza eólica que han conducido a la acumulación de arenas que forman campos de dunas fijadas por la vegetación, en este caso pinos. El estudio de éstas resulta más que complicado por el estado degradado de los aparatos dunares ante la presencia de vegetación, aunque se pueden distinguir sistemas de dunas parabólicas que en algunos casos han dejado sus cuernos desgajados, dando, como consecuencia, cordones dunares.


El paisaje actual de La Moraña lo conforman extensas llanuras de campos de cultivo que ocupan en torno al 80% de la superficie comarcal, reduciéndose al 9% el terreno forestal (Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, 2000). Pero este aspecto no ha sido siempre igual ya que a lo largo de la historia ha sufrido variaciones, derivadas principalmente, de la acción humana y el desarrollo de su actividad económica. La interacción entre los diferentes elementos del medio físico (clima, morfología, geología, hidrología,...) condicionaron un ambiente climácico que favoreció la formación de grandes masas forestales de encinar. El dominio biogeográfico en el que se enmarca La Moraña es el supramediterráneo seco cuya especie potencial, como ya hemos señalado, es la encina (Rivas Martínez, 1987). En un pasado no muy lejano, junto a las encinas, encontrábamos otras especies asociadas como el enebro, sobre todo en la zona norte (Tejero de la Cuesta, 1988), el cual hoy también crece en las laderas del río Adaja. Siguiendo el esquema fisiológico-ecológico de Brockmann - Jerosch y Rübel (1912) podemos decir que las formaciones de la zona se encuadran dentro de la denominada Durilignosa, que se caracteriza por bosques monoespecíficos de árboles de no demasiado talla, heliófilos y de hojas duras, pequeñas y coriáceas, características típicas del bosque esclerófilo mediterráneo. Pero la continua acción deforestadora del hombre ha reducido a la mínima expresión estas masas de encinar, sobreviviendo, de forma adehesada, algunas de ellas, en áreas meridionales, como son los casos de las Dehesas de Castronuevo (Rivilla de Barajas), Navares (Peñalba de Ávila), Almarza (Sanchidrián) y la de Viñegra de Moraña. La gran capacidad de adaptación de esta especie a condiciones adversas, como la escasa profundidad y desarrollo del suelo, la prolongada y acusada sequía estival y las extremas temperaturas, hacen que todavía se puedan observar ejemplares de encina asociadas a masas de pinar o, incluso, en las pronunciadas laderas de los ríos donde la pendiente y la naturaleza del sustrato determinan un soporte inaccesible, para su colonización, por otras especies. La acción visible del hombre sobre el bosque se remonta al Neolítico cuando aparecen los primeros poblados, de escasos 20-30 habitantes, configurándose grupos humanos que ya practicaban la agricultura y la ganadería, de modo que en torno a las viviendas se disponían, concéntricamente, una pequeña zona de huertas que precedían, en el esquema espacial, a los campos de labor. Cuando en estas tierras decrecía su productividad se optaba por abandonarlas y se roturaban otras nuevas mucho más fértiles y fructuosas.

Para seguir leyendo: Pincha aquí

martes, 20 de enero de 2009

EL LOBO EN EL TERRITORIO COMUNITARIO

Informe Semanal abordó, la pasada edición, un reportaje sobre la situación del lobo en la Comunidad de Castilla y León. Para quienes no tuvisteis la oportunidad de verlo y para los que si que disfrutasteis con su emisión y queréis de nuevo hacerlo, publicamos este enlace. Entendemos que la situación del lobo así como el tratamiento riguroso de la información que se nos ofrece, merecen su inclusión en este blog.

lunes, 19 de enero de 2009

VER PARA CREERLO

Impresionante la esperiencia vivida por este joven fotógrafo y naturalista abulense, Juan Pablo Fuentes Serrano, en una de sus innumerables salidas de campo. Ver este enlace, y que cada cual saque sus propias conclusiones. De todos modos ya el título de la noticia nos deja pensativos: Perros salvajes atacan a los buitres.

domingo, 18 de enero de 2009

MAS ALLÁ DE NUESTRAS FRONTERAS

Recomendamos el enlace a este blog (ver), para contemplar y disfrutar espléndidas imágenes de iceberg y olas congeladas en la Antártida así como otros artículos que pueden ser de vuestro interés.

martes, 13 de enero de 2009

FAUNA DE LA UNIVERSIDAD

AVEFRÍA EUROPEA -Vanellus vanellus-
Familia Charadriidae
Es la especie de limícola más extendida por todo el territorio de la Universidad y la más sociable, formando grupos comunes con otras limícolas, siendo éstos muy numerosos en Invierno. Es en esta época cuando llegan grandes cantidades de aves europeas, para invernar, que se asocian con las que permanecen sedentarias, en menor número, durante todo el año. Por eso es ahora cuando se intensifica su presencia y su mejor observación dando esa sensación de colonización.
29 cm de envergadura, inconfundible por su plumaje característico, con pecho y partes superiores oscuras con irisaciones verdosas y partes inferiores claras. Es muy típico su peculiar moño en la parte superior de la cabeza. Alas anchas y blancas por debajo.
Se alimenta de insectos, lombrices y algunos moluscos acuáticos en toda clase de medios abiertos, prados y pastizales húmedos asociados o no a humedales, siempre que presenten agua. En invierno sobre baldíos, cultivos, barbechos, dehesas, en zonas de regadío y en las vegas de los ríos. Posee una excelente habilidad para capturar sus presas de entre las hierbas después de realizar una corta y rápida carrera por el medio en el que se encuentre.
Estos días es de fácil localización en cualquier salida de campo que hagamos por el territorio, pudiéndose observar grandes bandos que no forman alineaciones definidas, más bien alargadas, juntándose a modo de remolino antes de aterrizar.
Suele alborotarse por nuestra presencia, cuando es cercana, emitiendo sus característicos sonidos de alerta.
En la guía de las aves de La Moraña y Tierra de Arévalo recogemos, además, el comentario sobre la procedencia de los ejemplares invernantes. Estos provienen del Centro y Norte de Europa y así lo muestran las recuperaciones obtenidas de avefrías anilladas en países como Bélgica y Dinamarca habiendo recorrido hasta 2000 km, sobre todo en los años con inviernos duros y rigurosos como el que estamos pasando este año.

CHORLITO DORADO EUROPEO –Pluvialis apricaria-
Familia Charadriidae

Esta limícola, invernante en el territorio de la Universidad, aparece de manera frecuente asociada, en bandos mixtos, con las Avefrías. Su presencia es menos habitual así como sus lugares de campeo dependiendo de las condiciones meteorológicas que ofrezca el invierno, fundamentalmente.
27 cm de envergadura, plumaje invernal parecido al Chorlito Gris, pero el dorso es amarillento-dorado en lugar de blanco-grisáceo. En vuelo tiene la parte inferior de las alas blancas y carece de franjas alares. Pico algo más corto y fino. Podemos verlo sobre todo en prados, pastizales y baldíos, a veces parcialmente encharcados, asociados o no a zonas húmedas. También en barbechos y cultivos en general, donde encuentra insectos, gusanos y pequeños brotes vegetales.
Estos días pasados observamos bandos conjuntos de Chorlitos y Avefrías en la zona húmeda catalogada de El Oso (ver), campeando y pasando el invierno por estos pagos.
Bando mixto de Avefrías europeas y Chorlitos dorados europeos en una charca ocasional localizada sobre el Término Municipal de Arévalo. Fotografía de V. Coello

domingo, 11 de enero de 2009

SALIDA DE CAMPO POR LA UNIVERSIDAD

DATOS TÉCNICOS QUE DEFINEN UN PRISMÁTICO
- Aumentos: Primera cifra de definición del binocular, por ejemplo 8 x 32 significa: 8 aumentos; 10 x diez aumentos... Si tenemos, por ej, un ratonero común en un posadero a 160 m de nuestro punto de observación, con unos prismáticos 8 x, lo veríamos al equivalente de 20 m sin prismáticos, mientras con unos 10 x lo veríamos a 16 m.
- Lente de entrada: Segunda cifra de definición del binocular. Cuanto mayor, mayor luminosidad, aunque mayor peso. Es como una ventana en una habitación, a mayor ventana, más luz entra. De este modo, para las lentes de entrada más comunes en ornitología, nos quedan las siguientes superficies de entrada de luz: - x 30 = 706 mm cuadrados - x 32 = 804 mm cuadrados - x 40 = 1256 mm cuadrados - x 42 = 1385 mm cuadrados - x 50 = 1963 mm cuadrados.
- Campo visual: Es el campo que abarca el prismático, generalmente en superficie abarcada a distancia de 1000 m o bien en grados. Para ornitología y observación de la naturaleza, con que ronde los 100 m suele ser suficiente, si bien los usuarios de gafas quizás prefieran opciones de valor superior, al mermar su campo por la utilización de las propias gafas.
- Pupila de salida: Diámetro de la imagen formada sobre el ocular. Su resultado se logra dividiendo el valor de la lente de entrada entre los aumentos. Por ejemplo, en un 8 x 40 , la pupila de salida sería de 40 : 8 = 5. Los valores recomendados son de 4 a 5, pues menos nos dan una imagen pequeña y poco luminosa. Un error que se cita en muchas comparativas es que luminosidad y pupila de salida se dan la mano. Dentro de nuestros márgenes, valores de pupila entre 4 y 5.5 será lo más usual.
- Indice crepuscular: Este valor es el que nos da una idea de la luminosidad del aparato en referencia a los aumentos del mismo. Se haya calculando la raíz cuadrada del resultado de la multiplicación del valor de los aumentos por el de la lente de entrada. Cuanto mayor, más luminosidad: - Para 8 x 32 es de 16 - Para 8 x 40 es de 17.8 - Para 8 x 42 es de 18.3 - Para 10 x 42 es de 20.5 - Para 10 x 50 es de 22.3
- Distancia mínima de enfoque: En estos modelos casi nunca supera los 5 ó 6 m por lo que no hay problema, salvo que se quieran observar insectos o anfibios.
- Peso: El peso ideal no debe rebasar en mi opinión los 800 gr. Ya existen modelos de 8 x 42 y 10 x 42 por menos de 700 gr de construcción muy fiable. Colgarse unos prismáticos de 1.200 gr del cuello no me parece exagerado, máxime teniendo en cuenta los bocadillos que se ven salir a veces de las mochilas los días de campo... El problema de los 1. 200 gr, unido a menudo a los 10 ó 12 aumentos, es que en caso de observaciones prolongadas nos van a pesar los brazos antes que a nadie y se nos van a cansar los ojos debido a no poder mantener a raya las vibraciones.
- Calidad y construcción: En óptica, al contrario que en la moda, donde prima el diseño y a menudo la pijotería, la calidad se paga. Una mayor calidad óptica revierte en mejores observaciones, sobre todo prolongadas o con deficiente luz, mejores y más verdaderos colores... En fin, se define por si mismo. La construcción más robusta también se paga, caso de Zeiss, Steiner o Leica que dan enorme importancia a la robustez y los engomados. Es importante informarse de los materiales que componen el prismático, pues un puente de aleación de aluminio siempre dará mayor ligereza, pero también la da el titanio que es más caro y encarece el producto... si bien lo hace más robusto.
- Aumentos: Por lo general, 8 x . a 10 x. Los 8 aumentos dan observaciones más cómodas. Debemos valorar si comprar 10 x nos va a dar un valor añadido, cuando lo más cómodo es manejarse con 8 x con menos vibración en las observaciones. Esto es muy personal, cada uno decide.
Otras características:
-Relleno de Nitrógeno o Gas argón: Esencial para evitar el empañado, es un aliciente añadido a las ópticas en prismas de techo y algunos pocos modelos de porro.
-Copas retráctiles: Lo último en diseño techo, para hacer más cómodas las observaciones con o sin gafas.
-Correa ancha: Obvio es que facilita el transporte.
-Corrección dióptrica: La hay de dos tipos, la clásica centrada en un ocular y la que se basa en corrección de ambos, sólo disponible en las grandes marcas.
la combinación, en la observación, de unos prismáticos y un telescopio, hará más amenas nuestras salidas de campo, sobre todo con las aves más esquivas.
texto de Javier García y fotografías de Galérida Ornitólogos

viernes, 9 de enero de 2009

SALIDA DE CAMPO POR LA UNIVERSIDAD

PRISMÁTICOS
Con la entrada denominada salida de campo pretendemos abordar el equipamiento necesario para que nuestras jornadas de pajareo o campeo, de salida de campo vaya, sean lo más eficaces posible, teniendo en cuenta el variado material con el que podremos contar. Por ejemplo: aparatos para mejorar la visión, tecnología fotográfica y de videoimagen y las necesarias, como variadas, guías de especies tanto en fauna, flora, paisajes o rutas de senderismo.
Importante resulta, también, la propia equipación que podemos vestir, los macutos de transporte e incluso la alimentación para las largas jornadas de campo.
Iniciamos este ámbito con los prismáticos como primera herramienta, muy necesaria por cierto, para poder ver un poco más allá.
prismáticos de prismas de porro
Los prismáticos son prácticamente imprescindibles para la observación de aves y fauna en general.
Deberás tener en cuenta lo siguiente a la hora de elegirlos: 1. No deben ser pesados. 2. Algunas de las ópticas más adecuadas para la observación de aves son: 8x30, 8x40, 7x50 y 10x50. El primer número (7, 8 ó 10) hace referencia a los aumentos y el segundo (30, 40 ó 50) al diámetro en milímetros del objetivo. Si dividimos el segundo número entre el primero obtendremos la luminosidad de los prismáticos; así los más luminosos serían los de 7x50 y los menos el de 8x30. No es aconsejable que tengan más de 10 aumentos porque se vuelven ya muy pesados y nos cuesta trabajo mantener la estabilidad de la imagen usándolos "a brazo alzado", es decir, sin trípode. Ten en cuenta también la distancia mínima de enfoque (hay prismáticos que no dejan enfocar más cerca de 8-10 metros y esto es a veces un engorro) y el ángulo de visión que abarcan para que no sea muy reducido. 3. Por un precio de entre 60€ y 1800€ tendremos unos prismáticos más o menos aceptables. 4. Si es posible que estén forrados de goma porque este aspecto, aunque los encarece, los protege de los golpes. 5. Procura utilizar una correa cómoda; te ahorrará muchos problemas.
prismáticos de prismas de techo
En cuanto al tipo de óptica existen dos tipos de prismáticos:
Los de "prismas de Porro": inventados por el italiano Porro a finales del siglo XIX. Es el sistema que se usa en la mayoría de los prismáticos. Su principal característica es que los objetivos se encuentran bastante separados y la luz no pasa directamente a los ojos. Es un sistema que está bastante perfeccionado pero que tiene como principal inconveniente el hecho de que para enfocarlos se desplazan los oculares lo que puede originar problemas a la hora de mantener dicho enfoque.
Los de "prismas de techo": son de invención más reciente. Su principal característica es que los objetivos y oculares están situados en línea recta por lo que la luz se dirige directamente a nuestros ojos. Son prismáticos más compactos y el enfoque se hace internamente por lo que es más seguro que los anteriores en los que se movían los oculares. Son, estos prismáticos, por lo general más caros.
*Breve apunte sobre prismas de techo y de porro
Los prismáticos con prismas de techo son más compactos, más ligeros y, en muchas ocasiones estancos. De cualquier forma, los prismas de techo tienen el inconveniente de necesitar un tratamiento/diseño, llamado corrección de fase. Hacer prismas con estas características es muy caro, por lo que los prismáticos económicos con prismas de techo no lo llevan. Esto hace que a igualdad de precio, en la gama media, unos prismáticos con prismas de porro tendrán una calidad óptica bastante superior a unos con prismas de techo. Por ello, hay que valorar si lo que más importa son las características que aporta el prisma de techo, o bien la calidad óptica.
Consejos para usarlos correctamente:
a. Para adaptar los prismáticos a ti tendrás primero que abrirlos o cerrarlos adecuadamente según sea la separación de tus ojos. A continuación habrá que enfocar correctamente con ellos para lo cual mira primero por el ocular que no es regulable y mueve la rueda de enfoque hasta que veas correctamente (para esta prueba puede ser útil que mires algún letrero); a continuación mira solo por el ocular móvil y mueve su rueda de ajuste, sin tocar la de enfoque, hasta que veas con toda la nitidez posible; por último fíjate en la marca que te indica el ocular móvil para que a partir de ahora la tengas siempre como referencia a la hora de enfocar con tus prismáticos.
b. Aunque sea consejo "De Perogrullo", no mires nunca al sol.
c. Normalmente es mejor localizar primero a las aves sin prismáticos y luego utilizarlos. Además esto es especialmente importante con las aves en vuelo, sobre todo si son rápidas, porque nuestra primera intención es llevarnos los prismáticos a los ojos y en muchas ocasiones se nos pierden; suele ser más eficaz seguir a simple vista su vuelo y luego tratar de localizarlas con los binoculares.
d. Si eres un ornitólogo novel no te desesperes si se te "pierden" al principio todos los pájaros cuando tratas de verlos con los prismáticos.
e. Para limpiarlos asegúrate primero que no tienen arenilla soplando o con la ayuda de un pincel seco y luego frótalos suavemente con un paño de algodón tipo "limpiagafas". También venden kits de limpieza.
texto de Javier García Sáez y fotografías de Galérida Ornitólogos

jueves, 8 de enero de 2009

CAMBIO CLIMÁTICO

Cambio Climático en la Comunidad de Castilla y León.
Aunque hay quien niega su existencia la realidad del cambio climático es algo que preocupa a la mayoría de la población mundial y que, en España, está evidenciándose a través de diferentes factores. Y uno de esos factores son las plagas que empiezan a afectar a las masa forestales y a los terrenos agrícolas. Un ejemplo de esto lo encontramos en la sierra de Gredos donde, desde hace un año, una plaga de una oruga conocida con el nombre de Procesionaria ha empezado a atacar bosques de pinos por encima de los 1200 metros de altura. ver noticia en este enlace
fotografía de un bolsón de Procesionaria–Thaumetopoea pityocampa-

martes, 6 de enero de 2009

ECOACTIVIDAD de MARCHA

Tiene su inicio al pie de la Ermita de La Caminanta, donde se encuentra un cartel que describe la senda, regresando al mismo punto, por su carácter circular. Está diseñada para poder efectuar variaciones en cuanto al kilometraje, es decir, podríamos recorrer aproximadamente variables en torno a los 5,4 km, los 11,1 km o los 14,1 km totales, recorriéndola en toda su longitud.
Ahora que comienzan las gramíneas a emerger y que poco a poco el carácter del invierno riguroso va retrocediendo, dando paso a jornadas más soleadas, puede ser un buen momento para disfrutar de esta senda. En su trayecto observamos Arévalo, su ciudad monumental y Mudéjar, perfilada y jalonada por el río Arevalillo, tornándose las luces en función de que la opción sea mañanera o vespertina. Pronto los aláudidos iniciarán sus cantos e incluso podremos observar el majestuoso y lento volar de la avutarda en lontanaza y las cigüeñas blancas de una colonia cercana que cada día se hace más numerosa.
Amplias superficies de tierra llana labrantía se extienden por el municipio. La intensa deforestación a que se ha sometido la zona y el uso del suelo en la agricultura ha generado un ecosistema característico, la llanura cerealista. La Senda de la Fuente de los Lobos permite recorrer parte de esta inmensa planicie disfrutando del camino y observando algunas de las aves más singulares y amenazadas de Europa, las aves esteparias. La apariencia monótona con la que se disfraza la llanura cerealista esconde uno de los ecosistemas más sorprendentes de las tierras castellanas. La agricultura de secano, que durante años se ha desarrollado en sus suelos, ha contribuido a generar un interesante ecosistema con una gran variedad de aves y mamíferos que encuentran, en los cultivos abandonados y en las lindes de los caminos y parcelas, abundante alimento y excelentes refugios. Además de cereal se cultiva maiz, girasol, patatas, hortalizas y alfalfa entre otros. Entre los cultivos las aves esteparias se mimetizan confundiéndose con la arena y la hierba seca. Podremos observar sisones, gangas ortegas, alcaravanes, perdices rojas, calandrias, terreras comunes, bisbitas campestres, cogujadas comunes y montesinas, con suerte estas últimas, entre otras. Aunque no existe ninguna población estable de avutarda en la zona, es fácil distinguir algunos ejemplares aislados o en pequeños grupos que buscan alimento en estos campos. Para disfrutar de los secretos de esta tierra suave y ondulada debemos acompañarnos de prismáticos y la mirada atenta.
Extracto literal del texto del cartel situado junto a la Ermita de La Caminanta.

fotografía del aspecto, un tanto abandonado, que presenta normalmente la Fuente de Los Lobos y que el Ayuntamiento debería cuidar y adecentar para su uso y disfrute.

jueves, 1 de enero de 2009

FAUNA DE LA UNIVERSIDAD

El ZORRO ROJO o COMÚN
-Vulpes vulpes-
Familia Canidae

El Zorro rojo o común (ver) es un cánido pequeño y esbelto, posee el manto anaranjado, el vientre blanquecino, una hermosa cola ancha, terminando la punta de color blanca; su hocico es fino y largo y sus orejas grandes y puntiagudas. Es un animal muy discreto, astuto y prudente, dotado de vista, olfato, y oído muy agudo. El zorro rojo es el mamífero carnívoro más conocido por el hombre y el más perseguido por los cazadores, quienes lo ven como un competidor. Tal vez por eso el Zorro sea una víctima frecuente de los lazos, el veneno y las escopetas.
El Zorro puede adaptarse a cualquier tipo de hábitats, estando presente en toda la península y en todo el territorio de la Universidad de la Tierra de Arévalo. Generalmente frecuenta ríos, bosques y descampados, e incluso áreas peri urbanas en dónde no es difícil observar alguno de sus rastros. Uno de los signos distintivos del raposo son sus marcas olfativas y no es complicado precisar aquellos puntos en los que el animal marcó con orina o con sus glándulas anales.
Su alimentación es muy amplia, desde carroña, desechos humanos, conejos, huevos, micro mamíferos, hasta insectos y frutos. También pude depredar sobre crías de Corzo y Jabalí.
Es de costumbres crepusculares y nocturnas, puede ser monógamo y polígamo, pudiendo crear pequeños grupos familiares compuestos por un macho y tres o cuatro hembras. Es un animal muy discreto, pasa el día oculto entre los matorrales o en las madrigueras, excavadas en parajes escondidos e incluso agrandan las viejas madrigueras de Conejos, u ocupan las tejoneras en desuso.
El celo comienza a primeros de Diciembre pudiendo llegar hasta el mes de Febrero. En dicho ciclo se pueden observar a cualquier hora del día, oír sus ladridos de celo (aullido corto y en escala), con comportamientos extraños hacia el ser humano al cual puede arrimarse a escasos metros. Pero sin duda, en ésta época cobra protagonismo sobre todo para los naturalistas, que escuchan sus ladridos de celo como uno más de los espectáculos que nos brinda la naturaleza.
Se acompaña este interesante enlace de sonidos de Zorros:
Texto y fotografía: David García